Enguarao. José María Bandera

De pequeños en Algeciras, bajo la sombra de Gibraltar, jugábamos a los "meblis", en inglés (marbles), que en otros lugares de España, nos enteramos más tarde, llamaban canicas o bolas. Había que dar de uno a tres toques al mebli del rival y luego meterlo en un pequeño hoyo que se excavaba a dedo limpio en la tierra. Cuando se jugaba "a la verdad", había apuestas de por medio. No sólo poníamos en juego aquellos meblis de cristal o de pasta sino, a veces también, una "chingüa", lo que en inglés debería escribirse chewing gum y que era como llamábamos a los chicles cuando no sabíamos que hubieran chicles españoles. En este caso había que tener cuidado a la hora de examinar el terreno de juego. Los adversarios teníamos que pactar en que hoyos se iba a jugar, por si los jugadores tenían en ese terreno hoyos "enguaraos". Si tenías el hoyo "enguarao" metías el mebli desde cualquier distancia y prácticamente con los ojos cerrados, esa palabra la utilizábamos si hacías fácil cualquier otra pirueta de difícil ejecución.

Entre juegos, escuela, guitarra y cantes, pasamos la niñez que nos marcó con un carácter particular, tan particular con el lenguaje, como con el flamenco, en aquellas voces añejas de Chato Méndez, Corruco, Antonio Chaqueta y, por supuesto Rafael "El Tuerto" que cuando cantaba emocionaba hasta las lágrimas a aquel niño de dos años, genio universal, que revolucionaria el mundo del flamenco.

Sumando, más de 100 años de flamenco

Una tarde de verano, después de varias horas de ensayo, salió al hilo de una conversación
la afición que le teníamos de chicos a los marblis. Y entre bromas, comparábamos el empeño que le poníamos a
sabernos el guá con el que ahora de grandes le ponemos al oficio. Por eso este nuestro nuevo trabajo: Enguarao.

Paquito González

Seguro y preciso, este joven músico tiene la madurez de los grandes. Le avala un amplio bagaje profesional donde ha compartido escenario con los máximos exponentes del mundo del flamenco. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores percusionistas del panorama actual.

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José María Bandera

De familia de artistas flamencos, es un virtuoso y un maestro de la guitarra flamenca.
Ha paseado su guitarra por los cinco continentes. Ha compartido escenario con artistas excepcionales y tocado en los festivales y teatros más importantes y prestigiosos del mundo.

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Saúl Quirós

Talento innato para el cante, se inició a los cinco años acompañando a su padre, Adolfo "El Segoviano", también cantaor.
Posee una manera especial y muy personal de expresar el flamenco, una mezcla de sensibilidad y fuerza capaces de transmitir el sentimiento mas profundo.

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Tito Alcedo

Versátil y brillante, este Barbateño ha recorrido más de medio mundo con su guitarra trabajando en formaciones muy diversas.
Influenciado por multitud de estilos musicales, ha sabido encontrar el suyo propio que es a la vez, calido y vibrante.
Posee un talento excepcional para la improvisación donde demuestra su maestría

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